Si estamos de acuerdo en que el paso del Cachorro es de un gran autor y tallista como Guzmán Bejarano, con una exquisitez en la talla y que probablemente, si lo viésemos en otra cofradía, nos pasaría como con los anteriores pasos (entiéndase el de Olaya y Castillo Lastucci, es decir San Esteban y la Cena de Jerez de la Frontera)...¿porque no se mantiene tal cual, y se diseña otro canasto manteniendo respiraderos (excepcionales) aportándole unos faldones acordes?
No creo que el problema sea el económico. Veamos:
La reforma del paso, es decir la reforma de la canastilla y los faldones que serían nuevos ya que los respiraderos se mantienen, puede estar en torno a los 300.000 euros, mientras que la ejecución de una canastilla nueva junto con la ejecución de los faldones mencionados rondaría los 340.000 euros. Estamos hablando que la diferencia no llegaría a un 15%, con una salvedad, que la canastilla de Guzmán Bejarano quedaría en propiedad de la Hermandad como aumento patrimonial, pudiéndose utilizar en salidas extraordinarias o como conmemoración de alguna efeméride.
¿Porque desprendernos de un enser tan valioso a tan bajo coste?.
Por otro lado sugeriría que, sea cual sea la decisión de la Hermandad, se podría comenzar este proyecto de reforma del paso por el diseño de los faldones y su posterior ejecución ya que, como los respiraderos deben ser mantenidos, este orden del proceso no influiría en la posterior fase de ejecución de la canastilla.
Todo esto sin mencionar las prioridades de la Hermandad...que ese es otro capitulo...