viernes, 29 de diciembre de 2017

LOS PASOS DE MISTERIOS

EL PASO DE LA QUINTA ANGUSTIA: LA ESCENOGRAFÍA DEL MOVIMIENTO


Al igual que vimos en el paso del Cristo del Amor, y tal y como suceden en casi todos los que posesionan en la Semana Santa de Sevilla, a lo largo del tiempo han sufrido variaciones y modificaciones hasta encontrar el equilibrio en la composición del conjunto. Algunos lo han encontrado otros no. El caso que nos ocupa es de los primeros.

El Misterio de la Quinta Angustia representa la  escenografía del movimiento. Puro Barroco.

El paso fue cambiado a principio de siglo XX por el actual, siendo el primer paso en madera en su color con apliques en bronce.

Pero nos centramos en la composición del conjunto y las líneas que han conseguido magnifico conjunto.

1. El centro neurálgico del conjunto escultórico y la idea conceptual sobre la que se organizan las figuras del mismo, en movimiento, no es otro que la X y la cruz. A pesar de que pudiéramos pensar que sería Cristo ese centro del conjunto, Este pasa a un segundo término. Tengamos en cuenta que el conjunto representa el descendimiento de Cristo muerto, es decir la representación de un hecho con recorrido propio y en desarrollo continuo. No se está plasmando un instante, sino una secuencia. Por ello, frente a la secuencia que propone el conjunto aparece el símbolo estático y que permanece en el tiempo que es la Cruz y la X (en este caso la que forman las sabanas que se cruzan en el los maderos) 




2. Esta simbología iconográfica en forma de X se repite en el grupo escultórico en más ocasiones, pero fundamentalmente en aquella que organiza dicho grupo: la formada por las dos líneas que conforman DIAGONAL 1(Rostro de la Virgen+ Pierna Izquierda, Brazo izquierdo de Cristo, sabana, vértice superior derecho del hombro del Santo Varón) y DIAGONAL 2 (rostro de  San Juan+ rostro de Cristo+ rostro del Santo Varón en el ángulo superior izquierdo del grupo).
Estas dos diagonales conforman la composición en X de forma virtual del grupo. 

La DIAGONAL 1 es más potenciada que la segunda, gracias al escorzo en tensión que propone el escultor en el cuerpo de Cristo (pierna izquierda adelantada y brazo izquierdo en estiramiento, frente a la relajación del lado derecho ). No en vano esa relevancia viene impuesta por la relación Madre-Hijo, consiguiéndola de esta forma.

Otras “equis” del conjunto, son aquellas que se marcan en la figura adjuntada siendo estas secundarias.

Habríamos de recordar que en tiempos, los Santos Varones, posesionaban en una posición más erguida sobre la cruz. Al ser estas tallas de cuerpo articulado, la propia corporación ha ido a llegando a la composición actual.







3. El canasto actual, tal y como hemos dicho anteriormente, no es el que procesionaba en el siglo XIX. Con el actual se acentúa de forma más evidente la composición y proporciones del conjunto establecidas.

Este canasto con figuras y faroles marinos en sus esquinas trazan a modo de envolvente una figura triangular que se remata en el cruce de los maderos. Pero, es más el grupo de tallas del frontal del paso sigue las mismas directrices de dicha envolvente. 




4. Si la imagen estática y frontal del conjunto es tal y como la hemos relatado, con el paso en movimiento, sigue manteniendo esa misma envolvente, pasando, evidentemente, de una envolvente triangular (dos dimensiones) a una piramidal (tres dimensiones). Esta forma piramidal del conjunto en movimiento, casuísticamente o no (si es casuísticamente en el subconsciente seguro que no, como hemos explicado en otros artículos, ya que el ojo del espectador va componiendo las figuras hasta que nos resultan bellos y proporcionados) se acentúa con líneas ascendente que conforman, por ejemplo, los ropajes de las figuras y la posición de estas.





 5. Si en el conjunto del Cristo del Amor, se componía en dos triángulos, el superior el Cristo y el inferior el Calvario (monte + canastilla), en este caso los dos triángulos de la composición están solapados y en su intersección se halla el Cuerpo de Cristo. En este caso no se representa un crucificado en el Gólgota, inerte, colgado del madero, esta es una escena en desarrollo…los dos triángulos formados por los Santos Varones y los pies de Cristo y el segundo por La Virgen María, San Juan y la cabeza de Cristo. Por el contrario las Marías y María Magdalena pasan a un término secundario…ellas están a la espera, fuera de donde se está desarrollando lo verdaderamente importante: la bajada del Cuerpo. A esta idea de movimiento conseguido gracias a la ubicación y composición del conjunto, se le une la del Cristo abisagrado en la espalda al larguero de la cruz, algo que ya se estipulaba en el contrato de la hechura de la talla.




6. En el caso que nos ocupa se sigue manteniendo la proporción AUREA que vimos en la entrada anterior de la composición y proporciones del paso del Cristo del Amor, con una salvedad, los dos Santos Varones están fuera de la misma, pero nos sigue resultando armonioso, ya que el límite de esta proporción sigue siendo la cruz y los dos personajes están como fuera del cuadro.




7. Tanto es el deseo del autor en trasladar al espectador esta escena secuencial, que al ver la trasera del paso, solo se adivina la cruz y las escaleras…ni siquiera son perceptibles las tallas de los Varones, estos aparecen como dos bultos más colgados del crucero del madero, dos ropones sin rostros …El conjunto no termina de comprenderse hasta que se ha visto en su plenitud toda la secuencia del movimiento…tres instantes que componen la secuencia: La espera (representada por las sabanas y las Marías en el plano del suelo) , el descendimiento (la idea del movimiento y la ejecución del mismo) y el vacío de la cruz (la imagen trasera del paso y su conjunto)

8. Por último, traigo una imagen del traslado al paso del Señor en la actualidad de la Hermandad de la Quinta Angustia, para comprobar que no estaba muy desencaminado el autor de este sinigual conjunto escultórico, que algunos atribuyen a Pedro Roldan, cuando anualmente se produce esta misma escena.