Esta colección recoge una visita guiada por el Alcázar de Sevilla desde un punto de vista de un conservador, arquitecto de profesión y de espíritu, que durante cuatro años (2011-2015) ocupó en cargo de Director del Patronato del Real Alcázar y Casa Consistorial de Sevilla.
En ella iré plasmando el recorrido o recorridos, que durante ese periodo fui desgranando para aquellas personas que tuvieron que conocer de mi mano este conjunto Patrimonio de la Humanidad.
Las ilustraciones que acompañan a la descripción de los espacios visitados son breves apuntes que, escogidos de una innumerable colección de éstos tomados de la realidad percibida desde mi estancia en el monumento, dan a conocer mis impresiones y sensaciones sobre el mismo. Estos dibujos, no son ni los peores ni los mejores de la colección, sino aquellos que expresan de un modo mas fiel lo que el Alcázar me ha aportado en un instante definido y determinado del tiempo vivido y que pueden ser susceptibles de cambio a medida que la experiencia personal vivida pueda sufrir modificaciones.
Para lograr entender este monumento, realizaremos un
recorrido de carácter histórico y nos centraremos en aquellos espacios más
significativos para su compresión.
De esta forma comenzaremos por la implantación del Alcázar
primitivo, situado en el actual Patio de Banderas , en la que brevemente se
detalla el origen de la ciudad de Sevilla y el porqué de la situación
privilegiada de esta fortaleza ,continuando por los distintos palacios hasta
desembocar en los jardines para salir de nuevo al lugar en donde iniciamos la
visita.
Este recorrido dejará
a un lado la visita al Cuarto Real Alto
o Residencia Real, ya que merece un apartado aparte al igual que la de los jardines,
si bien en estos haremos una breve incursión, por otra parte obligada.
A medida que vaya completando en esat colección del blog las distintas explicaciones y dibujos de los lugares de visitas, iré modificando esta relación hasta lograr un conjunto unitario y explicito del monumento. De momento es provisional hasta su conclusión, de ahí a veces su incongruencia...
La visión de los lugares escogidos se realiza
aproximadamente durante 90 minutos y consta de los hitos que a continuación se
relacionan por orden itinerante:
1. El Patio de Banderas o el primer recinto del Alcázar
2. El Apeadero
3. Corredor y Torre. El Patio de la Alcubilla
4. El Patio del Crucero
5. El Cuarto del Yeso
6. EL Patio del León
7.El Patio de la Montería
8. El Palacio de Don Pedro
9. La Casa de la Contratación
10. El Patio de las Doncellas
11. El Dormitorio Real
12. El Patio de las Muñecas
13. El Salón de Embajadores
14. El Alcázar de los Austrias
15. Los jardines hispano-musulmanes
16. Los Baños de María de Padilla
17. El Cenador de Carlos V
18. La Galería del Grutesco
19. El Palacio Gótico
PATIO BANDERAS
Orígenes
El Alcázar se sitúa en un enclave
privilegiado en la Sevilla histórica
Elevado promontorio anexo a la primitiva
muralla romana y adosado a su lado que se asoma al rio.
Alcázar o fortaleza para defensa
de la ciudad y extramuros de ésta para sofocar a posibles rebeliones de sus
habitantes sobre el poder establecido.
A seis metros situado sobre el nivel del
mar (actualmente a doce metros), dominando los llanos que lo rodeaban, a
resguardo de las crecidas del Guadalquivir y vigía de la urbe.
Tres mil años antes los primeros
pobladores de Sevilla, la primera Spal,
se asentaron en esta colina y dejaron hornos de
cocina que gracias a las investigaciones en el Patio de Banderas han salido a la
luz.
El mar a escasos kilómetros y el rio Guadalquivir y su afluente el
Tagarete bañando las orillas que rodeaban este lugar, donde hoy se
asienta el tridente de la cultura de la ciudad, la Catedral, el Archivo de
Indias y el Alcázar.
Tartesos y fenicios acrecentaron
la civilización en esta zona hasta la llegada de la civilización romana.
Fue entonces cuando se concentró
gran parte del poder en esta zona de la ciudad, probablemente extramuros de la
gran cerca donde se construyó el gran puerto, que distribuía por todo el
imperio los productos de la Bética.
Foro de Corporaciones, con Templo
dedicado a la diosa Isis, descubierta durante las obras del Apeadero a finales del siglo XVI.
Con el declive de la Sevilla
romana (principalmente por inundaciones por la proximidad del rio) y después de
siglos de abandono del lugar, nace un empuje de la ciudad paleocristiana. Fruto
de la tradición cristiana de procesionar y marcando el eje Norte-Sur, frente al
Norte de los enterramientos de Santa Justa y Rufina, se levanta
un complejo de carácter monacal y se sitúa como centro del mismo la
Basílica de San Vicente, cuyo baptisterio se descubrió en el año 1974 en el
lado Norte del Patio de Banderas.
Para el conocimiento y la
investigación de este periodo, se realizó la excavación de Patio de Banderas,
primer proyecto de investigación sistemática en la ciudad, sacando a la luz la existencia de dicho complejo, no así los restos de la
basílica, que probablemente deben hallarse mas próxima a la
actual Plaza de la Alianza en el barrio de Santa Cruz.
También es probable que aquí
estuviese enterrado San Isidoro antes de su traslado a como dadiva de
Al-Mutamid a su amigo el entonces rey de Castilla.
En el año 711 los árabes invaden
la península atravesando el estrecho por Gib-Al Tarik.
En el 712 la ciudad es
conquistada y sobre esta colina se asienta una alcazaba extramuros, cuyos
restos se encuentran a metro y medio del piso actual del Patio de Banderas.
Datado en principio su construcción en un
principio en el 844 después de Cristo debido al derrumbe de parte de la muralla
por una de las cuatro invasiones nórdicas que sufrió la urbe, posteriormente en
el año 913 por el sometimiento que el califa Abderraman III reinando desde la Córdoba
Omeya y que sometió a la población de Isbilia , los datos de las ultimas
excavaciones revelan que la implantación del primer recinto del Alcázar
pertenece a época Taifa, concretamente hacia principios del siglo XI en donde se construye este recinto fortificado
anexo a la muralla de una hectárea de superficie (100x100 metros).
Con cuatro torres por lado, cuya
muralla ha sido retocada una y otra vez, fué construido
como lugar de residencia de Al-Mutamid y cuyo palacio formado por dos naves y
jardín central permanece escondido entre las construcciones de este Patio de
Banderas en su lado Oeste.
Este primer recinto fue
ampliándose hasta su vertiente suroeste hasta llegar a tener once recintos con
sus once palacios. Fortalezas dentro de fortaleza, con sus palacios, jardines y
huertas.
Durante el primer siglo reinan
los Taifas, posteriormente y durante
aproximadamente un siglo más, son los almohades proveniente del norte de África
los que reinan en Al-Andalus, una vez expulsados los almoravides que se aliaron con los reyes Taifas hasta el destierro del último de estos, Al-Mutamid. Es entonces cuando Sevilla se convierte en la
Capital de Al-Andalus que domina el Sur de la Península y el Magreb. Se
construye entonces la muralla almohade que conocemos en la actualidad y que
cercó la gran capital. Igualmente se levanta la gran mezquita o aljama con su
alminar, se trae agua desde la cercana Alcalá mediante los caños y, que antes de
surtir a la ciudad en su entrada por el Alcázar, regaba las huertas de la
Buhaira. Se construye la Torre del Oro, de la Plata, los Baños de la Reina Mora
en el barrio de San Vicente, y numerosas obras más siendo, por entonces, Sevilla capital del reino.
En 1248, el Rey San Fernando III
de Castilla, conquista la ciudad y toma el Alcázar para mandar desalojarla en
el plazo de un mes.
A partir de esta fecha el
Alcázar, el palacio que conocemos ante nuestra mirada, es un
palacio cristiano...
Tan solo su trama, su comprensión
arquitectónica, algunos restos de murallas y el Cuarto del yeso, son de época
islámica…el resto construcción cristiana…
Por ello a través de esta visita
iremos provocando saltos en la historia para mejor comprensión de este conjunto
monumental.
Comenzamos la visita en este espacio singular de la ciudad de Sevilla, que en su día fué patio de armas del primer recinto del Alcazar.
Si nos situamos de espaldas a la entrada al Alcazar por la puerta del Apeadero, las casas que conforman el patio, se levantan sobre las edificaciones que construyeron el Alcazar inicial en tiempos de Al-Mutamid, rey Taifa, en el siglo XI.
El palacio del rey se encontraría en el flanco izquierdo adosado a la muralla primitiva, que se puede observar desde el interior del monumento en el Patio del Leon, junto a la Sala de la Justicia.
Actualmente se realizan trabajos de recuperación de dicho palacio.
Bajo el piso de albero que dibuja la plaza se halla la cripta excavada y visitable en parte, en donde se han recuperado, analizado y estudiados, los restos encontrados que suponen toda la estratigrafía de la ciudad, desde el siglo XVIII a.d.C. hasta la implantación del primer recinto del Alcázar en el siglo XI.
CORREDOR Y TORRE
el corredor
...En el apeadero, situados de
espalda al Patio de Banderas, podremos dirigirnos a través de un corredor hacia
el ascua de luz proveniente de los jardines o bien encaminarnos a nuestra
derecha hacia los palacios. Este elegante espacio que hace las veces de
acogida, diseñado por el arquitecto milanés Vermondo Resta y ejecutado sobre
otro primitivo probablemente de la época de Carlos V, tiene la cualidad de retomar una planta de
orden basilical cristiana de tres naves para adaptarla a un uso civil. La nave
central apoya sobre doble hilera de columnas pareadas de orden toscano. Se
halla presidido por un bello retablo del XVII, de construcción ajena al mismo,
y en el que se representa la Presentación de la Virgen en el Templo. El retablo
perteneció en su día a una antigua hermandad del rosario de la aurora, y fue lugar
orante para estas congregaciones.
Y a la izquierda nos dirigiremos
hacia los jardines dejando a un lado el Patio de la Alcubilla. Ordenado con
bellos parterres de boj en forma de cruz, tienen como fondo y guía el lienzo de
la muralla sobre el que asoma una bella torre, separando el interior del
recinto real con el callejón de la judería, estando en otro tiempo horadado mediante arco y que permitía el
acceso al Alcázar desde esta zona de la ciudad…
Antes de seguir nuestro recorrido
por el conjunto palaciego, deberíamos de recaer en una bella arquería que se
conserva de un antiguo palacio de época almohade situada en el Cuarto del Sol.
Para ello debemos asomarnos a la cancela
anexa. Este palacio o Cuarto del Sol es uno de los antiguos palacios
islámicos del que conservamos tan solo su traza y estos elegantes ornamentos de
yesería. Las construcciones actuales que sobre él se levantan, fueron rehechas
por el Conservador Rafael Manzano en su etapa como director del Patronato.
En el lienzo de la muralla y bajo
la arquería del patio en su frente meridional, existe una placa dedicada al
poeta sevillano Luis Cernuda. Colocada en el jardín de la Alcubilla, que con
frecuencia sirvió de inspiración al poeta, contiene versos del poema en prosa
«Jardín antiguo». La obra «Jardín antiguo» supone «la plasmación literaria» de
«la vivencia espiritual que Luis Cernuda tuvo con esos jardines, sobre todo con
los jardines en torno al gran estanque» y que significa «la aparición de la
conciencia del tiempo, que fue para Cernuda el infierno definitivo» …
Ir de nuevo al jardín cerrado,
Que tras los arcos de la
tapia,
Entre magnolios, limoneros,
Guarda el encanto de las
aguas.
Oír de nuevo en el silencio,
Vivo de trinos y de hojas,
El susurro tibio del aire
Donde las viejas almas
flotan.
Ver otra vez el cielo hondo
A lo lejos, la torre esbelta
Tal flor de luz sobre las
palmas:
Las cosas todas siempre
bellas.
Sentir otra vez, como
entonces,
La espina aguda del deseo,
Mientras la juventud pasada
Vuelve. Sueño de un dios sin
tiempo.
Luis Cernuda
PATIO DE LA MONTERÍA
patio de la montería
…Saliendo
de la Sala de la Justicia y atravesando la muralla almohade, desde el patio
llamado del León, nos acercamos al principal escenario del conjunto palaciego:
el Patio de la Montería y el Palacio del Rey Don Pedro.
Denominado
así por ser el lugar de encuentro y partida de los monteros para salir de
cacería desde los tiempos de Alfonso XI, amante de dichas artes.
A
él se accede a través de un arco horadado en la muralla por el propio D. Pedro
para el acceso frontal a su palacio y fachada. Al patio se ofrecen tres
edificaciones que cierran y conforman dicho espacio. La frontal, dejando tras
nosotros el lienzo de muralla, es el Palacio de Don Pedro. A nuestra derecha se
sitúa la antigua Casa de la Contratación, palacio islámico que perteneció en su
día al Alcázar y que actualmente se encuentra muy reformada, aunque permanece
su trazado del tiempo de los Austrias. En la izquierda, la fachada trasera de
una de las alas del Palacio del Crucero.
Y
presidiendo este espacio la fachada del Palacio.
El
Palacio tiene fechada su construcción en 1364. De una sola planta en su inicio,
hasta la posterior ampliación en tiempos de los Reyes Católicos y de los
Austrias, a excepción de la Sala de Audiencias, el Salón del Trono y los
aposentos del rey, situados en el ala opuesta del palacio y que asoman a los
jardines.
Al
palacio se accede desde el patio y en el que a modo de gran dosel se levanta su
portentosa fachada. Ejemplar único de arquitectura mudéjar y que se levantó como manifiesto del poder del rey Pedro I de
Castilla.
Artesanos
de Toledo, Granada y Sevilla, trabajaron en la misma. Compuesta por arcos
ciegos polilobulados y columnillas de mármol sobre el dintel de la puerta
rellenos de motivos vegetales y heráldicos, galería superior desde la Sala de
Audiencias y rematada con un alero superior de mocárabes dorados.
Bajo
el alero, y en mosaico de azulejos en motivos cúficos se inscribe el lema
nazarí,”No hay vencedor sino Alá”. Este lema se enmarca bajo una inscripción en
castellano donde puede leerse, “el muy alto et muy poderoso et muy conqueridor
don Pedro por la Gracia de Dios et de León, mando facer estos alcázares et
estos palacios et estas portadas que fue fecho en la era de mil et
cuatrocientos y dos años”
Ejemplo
de síntesis entre las culturas islámica, cristiana y judía. No en vano fue una
construcción promovida por reyes cristianos, ejecutadas por artesanos y
alarifes islámicos y financiada por la comunidad judía.
Grabado de Pieter Van der A. 1707
CASA DE LA CONTRATACION
la
casa de la contratación
Atravesando
el patio de la Montería nos dirigimos hacia el denominado Cuarto del Almirante.
Daremos un salto en la historia para situarnos en los umbrales del nuevo mundo.
Mientras nos avanzamos hacia él, pisaremos los restos de los antiguos palacios
del Alcázar islámico, oculto bajo las losas de este patio de los monteros.
Año
1503, escasos dos lustros desde el descubrimiento de las nuevas tierras. La
reina Isabel había confiado toda la gestión y tratos con las Indias a su confesor
y deán de la catedral de Sevilla, Martínez de Fonseca. La burocracia desborda
su trabajo y la reina decide buscar un espacio físico donde realizar los trámites
y regularización con las Indias.
Para
ello encuentra una casa soleada, aireada y con espacio suficiente en el Alcázar,
cercana al puerto y a las Atarazanas, para albergar dicha sede: el Palacio de
la Contratación.
Este
espacio se convierte en la primera Escuela de Mareantes y descendiente directa
del Almirantazgo de Castilla. Lugar de dirección y enseñanza de Américo
Vespucio y donde Juan de la Cossa trazó el primer mapamundi.
Fué
Casa de la Contratación hasta su traslado a Cádiz en el siglo XVIII. La ubicación de este
centro logístico con América, y al ser Sevilla Puerto de Indias hizo de la ciudad
durante el siglo de oro, la primera del orbe.
El
espacio central, sobre lo que posiblemente fuese otra qubba islámica por su
planta cuadrada, se instituye la Sala de Audiencias. El resto eran dependencias
que en torno al antiguo palacio islámico, discurrían hasta la actual Plaza de
la Contratación, donde se construyó con acceso desde ésta, la fachada principal
de la Casa, atribuida a Vermondo Resta, hoy en día desaparecida.
Restos
de lo que fué el antiguo palacio se conservan en la anastilosis de Rafael
Manzano que levantó sobre patio almohade en el solar contiguo, sede actual de
la Consejería de Gobernación de la Junta de Andalucía.
La
Sala de Audiencias esta presidida por un magnifico retablo pintado en 1535 por
el alemán Alejo Fernández. En el se
contempla la primera reproducción de los habitantes del nuevo mundo cobijados
en el manto de la Virgen de los Buenos Aires. Bajo dicho manto también se
representan personajes vinculados al descubrimiento como Cristóbal Colon, los
hermanos Pinzones, Fernando el Católico o el deán Martínez de Fonseca. Flanqueando
a la tabla central se sitúan otras cuatro
pinturas dedicadas a San Juan, el apóstol de la reina, Santiago matamoros, San
Sebastián y San Telmo.
Esta
pintura fue encargada y costeada por los mercaderes sevillanos para presidir la
capilla de la Casa de la Contratación.
PATIO DE LAS DONCELLAS



patio de las doncellas
El palacio Mudéjar se ordena en torno
a dos patios: uno más representativo o público, el de las Doncellas, y otro de
carácter privativo y por tanto de reducidas dimensiones, el de las Muñecas. Si trazáramos
dos ejes longitudinales y ortogonales entre ambos patios, en el punto de
intersección de ambos ubicaríamos el centro del salón del rey, siendo este
el núcleo alrededor del cual se mueven todos los espacios que conforman el
palacio.
Hace escasos años el Patio de las
Doncellas se encontraba solado en su totalidad. Las investigaciones promovidas por
el propio Patronato del Real Alcázar han supuesto unas novedosas aclaraciones
sobre el estado original del palacio. En primer lugar que las cimentaciones del
palacio primitivo no coinciden con la traza del actual, lo que hace corroborar que
el palacio es totalmente ex novo desde su cimentación y no una remodelación del
existente. En segundo lugar la existencia de un jardín primitivo con estanque
central tal y como lo contemplamos. Este jardín no llego a
conocerlo su mentor, ya que no se terminó hasta después de su muerte e iniciandose una serie de reformas hasta su solado total, con objeto de dotar al palacio de espacio para la corte y por otra debido al mal
funcionamiento de la evacuación de aguas del jardín rehundido.
En el estanque, actualmente
reformado, se podía contemplar sobre sus paredes pinturas murales de corte mudéjar.
La galería del patio asemeja a la
del Yeso. Inicialmente los arcos lobulados descansaban sobre pilastras de
ladrillo hasta que en tiempo de Felipe II se sustituyeron por columnas
genovesas al modo renacentista. Hemos también de imaginar el palacio sin la
planta y galería superior, remonte iniciado por los Reyes Católicos. Se visualizaría
en tiempos de Don Pedro un gran faldón de tejas y alero sobre la galería a
semejanza, igualmente , del Patio del Yeso. En las yeserías que conforman los
paños de la galería se combinan los elementos islámicos con las heráldicas de los reyes cristianos, el león rampante, el
castillo y la orden de la banda, al igual que en el resto del friso de yeserías que
coronan el zócalo de alicatados.
Este zócalo es especialmente
interesante. Realizado mediante la técnica del mosaico de teselas con piezas resultantes
del corte de planchas cerámicas esmaltadas con alicates. Si bien hay paños de alicatados
datados de todas las fechas, originales de la construcción del palacio son los
que rodean la galería y el de los cuartos y aposentos de la cámara del rey.
Los arcos polilobulados centrales
de mayor tamaño, fueron peraltados en época de Carlos V, para permitir la
entrada de luz a los salones centrales, ya que con la construcción de la planta
alta se evidenció una carencia de iluminación en estas salas.
Preside el patio y se refleja
sobre las aguas del estanque central, el torreón que cubre el salón del rey o Salón
de Embajadores. Este torreón que cubre el espacio del salón no es el original, encontrandose este justo
debajo de él, incluso con sus pinturas primitivas. Es el actual una reposición del primitivo
realizada en tiempos de Rafael Manzano a imagen del primitivo, ya que el
anterior había quedado desproporcionado en altura frente al resto de la
edificación, producto del recrecido del palacio con la planta superior. Las pinturas
murales que adornan los muros exteriores son también una copia de las
primitivas.
En la planta superior, se observa
la galería renacentista sobre balconada y columnata de mármol ejecutada en
tiempos de Carlos V, sustituyendo a otra anterior del reinado de sus abuelos y
que probablemente se realizaría en madera al estilo castellano. Esta arquería
ha sido profusamente remozada por Manzano y redecorada por el mismo. Tras su
flanco sur se ubican los Dormitorios del Rey que miran hacia la afluencia del Guadalquivir
y que en tiempo se podrían observar los barcos que entraban por la dehesa de
Tablada hasta el puerto de la ciudad. Este ala, a distinta cota de la planta
superior, es probable que se construyese ya en tiempos de Alfonso XI, teniendo así la
iniciativa de ampliación del palacio por esta zona.
En los testeros de este ala y
decorando la galería superior, se encuentran frescos renacentistas de tiempo de
los Reyes Católicos.
Don Pedro gran amigo de Mohamed V
solicitó a su alarife la participación en el diseño y construcción de este
palacio. Tanto es así, que terminada esta construcción el propio rey nazarí
construyó en la Alhambra el Patio de los Leones con reminiscencia y carácter
tipológico que nos recuerda y tiene como antecedente cercano, esta
construcción del Patio de las Doncellas.
PATIO DE LAS MUÑECAS
patio de las muñecas
Si el patio de las Doncellas es
el representativo o el patio para la corte, el de las Muñecas es de uso más
privado. No en balde alrededor de él se distribuyen las estancias de la reina y
de los príncipes.
De dimensiones reducidas, tan
solo queda de su carácter original la primera planta, ya que la planta
superior, construida por los Reyes Católicos, fue profusamente intervenida en
el siglo XIX, decorada por yeserías copiadas de los palacios nazaríes de la
Alhambra y rematada indebidamente por una montera tradicional.
Llamado así por el uso de este
lugar por los infantes, quizás por las dos figuras que decoran el arranque del
arco de una de sus esquinas o por la versión más sugerente, en donde las celosías
de las ventanas geminadas, ocultaban las miradas dirigidas hacia las doncellas que lo transitaban.
Lo componen delicadas columnas de
mármoles de colores y capiteles de panal de avispa que nos recuerdan la belleza
de la imperfección.
Alrededor del patio se
distribuyen las estancias de los príncipes y el dormitorio de la reina, donde
tuvo lugar el nacimiento del llorado hijo Juan primogénito de los Reyes
Católicos, llamado a sucederles y que murió tempranamente a la edad de los
diecinueve años.
Torre de muros de ámbar,
solitario laurel en una plaza de piedra,
golfo imprevisto,
sonrisa en un oscuro pasillo,
andar de río que fluye entre palacios,
dulce cometa que me ciega y se aleja...
Puente bajo cuyos arcos corre siempre la vida.
Octavio
Paz
SALON DE EMBAJADORES

el salón de embajadores
...Si
el núcleo del Alcázar es el Palacio Mudéjar, el de este es el Salón de
Embajadores.
Salón
de la Turaiya o Salón del Rey.
Sobre
la antigua qubba islámica, la histórica Sala de las Pléyades, orgullo de Al-Mutamid
monarca del primitivo Al-Mubarak o Alcázar de Bendición y en la que se
representaba el universo estrellado. Del rey Don Pedro, siendo testigo de la
boda del emperador Carlos con su prima la bella Isabel de Portugal.
Probablemente
con cubierta primitiva de armadura al estilo del Palacio del Yeso, donde en sus
arcos califales de entrada en las estancias que hacen de antesala, se escribe
la leyenda en caracteres arábigos “entra con prudencia, habla con sabiduría y
salvaras tu cabeza”.
También
denominada la bóveda de la Media Naranja por su terminación dorada, la cual
apoya sobre arrocabes que realizan la esbelta transición del espacio cúbico de
la estancia, a la media esfera de cubrición.
Profusamente
reformado en tiempos de Carlos V, donde se construyeron los balcones de los
cuatro paramentos superiores y sobre los que podemos observar el magnífico
friso de tablas de los reyes desde Recesvinto hasta Felipe III.
En las
puertas de estilo mudéjar se describe en el anverso y reverso, tanto en
castellano como en árabe la construcción del palacio.
Es el palacio de al-Mubarak como la mejilla de una mujer hermosa en el centro de la cual,
como un lunar, se levanta al-Turayya.
Del más puro color dorado y del aroma más exquisito es el vino que circula en
una copa.
En este palacio espléndidas dependencias alegran la vista y se enorgullecen de
su rutilante belleza.
¡Es tanto el deleite que puedes incluso acostarte en su parterre florido y
envolverte en las delicias de la sombra fresca de los bosques".
El
visir Ibn Zaydun al monarca Al-Mutamid
JARDINES HISTORICOS
los jardines históricos
...No menos importantes que los
palacios, son los jardines de este Real Alcázar. Declarados, al igual que el resto
del conjunto Bien de Interés Cultural, son las antiguas huertas islámicas
reconvertidas posteriormente en jardines de disfrute y paseo.
En una extensión de más de ocho hectareas, los jardines del Alcázar se dividen en tres grandes espacios de tipologías y
épocas diferentes: los Jardines Históricos, el Jardín del Marqués de la Vega
Inclán y el Jardín Inglés.
Los jardines son reconversión, al
estilismo de cada época, de las antiguas huertas musulmanas. El agua, traída por
la muralla que discurre por el actual callejón que lleva su nombre, se
depositaba en una antigua alberca, donde hoy se levanta el Estanque de Mercurio,
pasando después al abastecimiento de todo el Alcázar y también de sus huertas.
Este sistema de riego se ha mantenido incluso, hasta nuestros días.
Las huertas que
discurrían desde los palacios hasta la ribera del cauce del Guadalquivir por su lado suroeste, en
tiempos del rey Felipe II se reconvirtieron a jardines de salón al modo
renacentista. El rey, amante de la
arquitectura, dispuso la ejecución de numerosas reformas en palacio y entre
ellas la reordenación de esta franja de huertas.
Las obras realizadas en el salón
gótico fueron en parte encaminadas a la contemplación de los jardines, gracias a la abertura de grandes ventanales a modo de balcones.
Una primera hilada de jardines-salón, que discurre entre el palacio de Don Pedro y un lienzo de muralla,
conforman los jardines de la Galera, Troya, Danza, y que en su frente oeste
corona con el jardín de las Flores y el del Príncipe. Pequeñas e insinuantes
borduras de boj y arrayán, que convivían
con figuras recortadas sobre la vegetación, haciendo del ars topiaria otro de los atractivos del mismo. Delimitados por el
palacio y por el frente de la muralla, convirtieron estos jardines en auténticos
salones al aire libre, donde la corte jugaba con el aroma de las plantas y los
burladores de agua del pavimento, y que aún pueden observarse sobre el mismo.
Numerosas especies vegetales,
arbustos y flores convivieron en estos jardines, proporcionando así un
laboratorio de jardinería y botánica en tiempos del rey. Ejemplares que venían
desde todos los rincones del imperio, donde nunca se ponía el sol...
Más allá del lienzo de la muralla
se dibuja el jardín de las Damas y de la Alcoba...
recorrí aquellos verjeles,
en cuya entrada se miran
gigantes de arrayán hechos
con actitudes distintas!
Las adelfas y naranjos
forman calles extendidas,
y un oscuro laberinto
que a los hurtos de amor brinda.
Hay en tierra surtidores
escondidos; se improvisan
saltando entre los mosaicos
de pintadas piedrecillas,
y a los forasteros mojan,
con algazara y con risa
de los que, ya escarmentados,
el chasco pesado evitan.
Duque de Rivas
BAÑOS DE MARÍA DE PADILLA
los baños de María de Padilla
..tendríamos que hacer un esfuerzo de imaginación para comprender lo que en su día debió ser este mágico espacio que tenemos ante nosotros. Es una construcción estructurada en cruz y rodeada de galerías, hoy en día soterrada y entre claroscuros, que fue en su día el Jardín del Crucero del palacio construido en la planta superior, en uno de cuyos travesaños, el longitudinal, se encontraba una galería que asomaba a los jardines de la planta inferior, donde discurría el estanque, hoy llamado de María de Padilla, rodeado de jardines porticados y surtido por la fuente de grutesco que le sirve de fondo.
A esta galería porticada se le cruza otra de semejantes características de manera ortogonal, formando así la cruz descrita. El perímetro de todo este espacio que conforma el patio se halla abovedado y porticado.
Los espacios cuadrantes que dejan entre sí los travesaños de esta cruz de las galerías principales, se construyeron ajardinados a la cota del estanque y a cielo descubierto durante su época islámica, permaneciendo de esta forma hasta el terremoto de Lisboa.
Los arcos ojivales son producto de reformas en tiempos de Alfonso X. Durante el siglo XVI se decoraron profusamente todas las galerías perimetrales, las bóvedas de acceso, la bóveda ojival que corona la fuente de grutescos, los arcos laterales que flanquean el estanque y los arcos que daban a esos jardines.
El estanque debe su nombre, según cuenta la leyenda, a que aquí se producían los baños de la amante de Don Pedro, María de Padilla, acompañada de su corte de damas.
El bello espacio de galerías y jardines descubiertos del patio quedó reducido a tan solo las galerías después del terremoto de 1755, en el que se derrumbaron parte de éstas junto con la fachada del palacio. En la restauración realizada por el ingeniero holandés Van der Borcht, éste hubo de consolidar la estructura del conjunto soterrando los patios de dicho jardín.
el cuarto del yeso
…Nos acercamos a través del
corredor dieciochesco, atravesando el patio de la Montería, al más antiguo de los que hoy se conservan en el
palacio y a su vez el último en descubrirse, el Palacio o Cuarto del Yeso.
Es de los escasos restos
almohades que se mantienen en el Alcázar. Fue descubierto a la luz por el
historiador y arqueólogo Francisco María de Tubino. De una traza y belleza sin
igual, nos da una semblanza de lo que pudo haber sido la grandeza y esplendor de
todo el conjunto palaciego.
Accedemos, de forma poco
apropiada, por la Sala de la Justicia,
ya que dicha sala, qubba original del
palacio, fue espacio central y estancia que presidía el mismo y no de paso como sucede en la actualidad.
El palacio se hubo de componer de
dos grandes alas o estancias que flanqueaban la
qubba y que junto a las galerías porticadas adyacentes a las estancias,
configuran un patio o jardín central con estanque al modo islámico. De
reducidas dimensiones en comparación con el Palacio del Crucero, es el
antecedente más cercano al que posteriormente construiría Don Pedro. Hemos de
tener en cuenta que el hijo de Alfonso XI vivió entre estos muros.
La galería porticada, existente
en la actualidad, está compuesta siguiendo el modelo de sintagma islámico, es
decir, la triple A de arcos polilobulados. Sobre estos arcos, a modo de encaje y repitiéndose de modo
infinito, una celosía de yesería de labor de sebka típicamente almohade. Tras ésta,
el acceso a la nave de las estancias con triple arco de herraduras califales
enmarcados por el alfiz. Estancias divididas en espacios tripartitos con dos
alhanías en sus extremos que hacen las veces de dormitorios y salón central.
Sobre los testeros, pinturas de
épocas renacentistas y elementos de arquitecturas romanas y visigodas,
conforman un mosaico eclectico de arquitectura de distintos estilos.
La misma nave se reproducía
simétricamente sobre el ala izquierda, actualmente desaparecida, pero quedan
testigos de lo que fue su arquería con arcos de herradura restaurados por
Rafael Manzano y hacia el exterior ofreciéndose al Patio de Banderas, los
mismos arcos con pinturas de dovelas islámicas.
El alero sobre el patio, las yeserías,
las columnas de acopio de otras épocas estilísticas, los capiteles en panal de
avispa de claro acento califal, el susurro del agua sobre el estanque tapizado
de nenúfares, la bordura de arrayán...y como pieza central del palacio, la
qubba o Sala de la Justicia.
Construida posteriormente por
Alfonso XI sobre la preexistente y en la que se pueden admirar, las yeserías
primitivas, los alicatados y la magnifica armadura mudéjar.
Grata sorpresa se llevaría el
profesor Tubino, cuando por indicios de carácter históricos fue llevado al
descubrimiento de este palacio oculto bajo las construcciones que, a lo largo
de los siglos, fueron depositándose sobre los muros del mismo.
¡Quisiera saber si pasaré otra noche
en aquel jardín junto aquel estanque!
Entre olivares, herencia de grandeza,
el gorjeo de las palomas y el trinar de los pájaros,
en el palacio de Záhir, bajo la lluvia de primavera,
respondiendo a los guiños de la Cúpula de Turayya,
mientras el alcázar de Záhir, con su Su´d as-Su´úd,
nos lanza una mirada de amante que espera.
No sé si es fácil o difícil de conseguir
pero la voluntad de Dios se acepta
¡Ojalá Dios decida que muera en Sevilla
y que Él abra allí mi tumba el último día!
Al
Mutamid (Traducción Profesor Valencia)